INGREDIENTES
Carne hervida (que nos sobro de nuestro caldo)
1 cebolla.
Sal.
Leche.
Nuez moscada.
Harina.
Un poco de orégano.
Un poco de vino blanco.
Un huevo.
Pan rallado o galleta picada.
ELABORACIÓN Y COCCIÓN
Triturar o cortar la carne que reservamos de nuestro caldo (digo triturar o cortar porque podéis elegir la textura de la croqueta) y reservarla en un cuenco.
Pelar la cebolla y picarla muy fina, poner al fuego una sartén con un poco de aceite y freírla, cuando empiece a coger color echarle un poco de vino blanco para que no se queme y a continuación incorporaremos la harina dejándola cocer durante unos minutos, incorporamos la carne, notaréis que la masa se vuelve densa y en este momento pondremos la leche y seguiremos removiendo.
Rallaremos un poco de nuez moscada a la mezcla y un poco de orégano seco y continuaremos removiendo, probaremos de sabor y rectificaremos si procede, debe quedar una textura bastante densa.
Paramos el fuego y dejaremos reposar en nevera unas 6-7 horas y ya podremos empezar a "fabricar" nuestras croquetas caseras.
Podéis hacerlas de dos maneras, al gusto, hacemos cilindros y vamos cortando con un cuchillo o vamos cogiendo masa con una cuchara, las pasamos primero por harina, después por huevo y por último por pan o galleta rallada. Colocamos en una fuente hasta que hayamos terminado con la masa.
Ponemos bastante aceite en una sartén pequeña o en la freidora y vamos cocinándolas, las escurrimos encima de un papel absorbente de cocina y ya las tenemos listas.
Si nos salen más de las que consumimos este día, las congelamos en una bandeja y para otra ocasión nos ahorramos un montón de trabajo.
A disfrutarlas, sólo tiene una pega y es que cuando probéis una croqueta casera no podréis comprar más, ya que a lo bueno nos acostumbramos muy rápido.
Buen provecho!!!! y Muchísimas gracias por vuestro apoyo, ya tenemos 22.000 visitas a nuestro blog.
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