Con esta tarta hemos celebrado el cumpleaños (los cumplieron mientras yo estaba de vacaciones) de dos personitas muy queridas e importantes en mi vida, que son IKER y ANDREA. Ha sido un poco fusión ya que Iker quería una tarta con fresas y Andrea con chocolate blanco así los dos contentos.
Es muy fácil de hacer, no lleva cocción y la he hecho con thermomix, lo más importante es que se debe hacer el día anterior, con lo que te hace más fácil el trajín de la celebración.
INGREDIENTES: (molde desmoldable de 26 cm)
Para la base:
350 g de galletas digestive.
90 g de mantequilla.
Crema de chocolate y queso:
600 g de queso en crema.
300 g de chocolate blanco.
270 g de leche entera.
50 g de azúcar.
1 sobre de cuajada en polvo.
Decoración:
200 g de fresas del mismo tamaño.
Gelatina de cava:
4 hojas de gelatina.
110 g de azúcar.
110 g de agua.
110 g de cava.
ELABORACIÓN :
Como os he comentado la he hecho con la Thermomix pero se pueden seguir los pasos y hacerla manualmente respetando las temperaturas.
Preparar un molde desmoldable de 26 cm con papel de horno en la base y una tira de acetato en el borde.
Poner en el vaso las galletas y procesar 10 segundos, velocidad 10.
Añadir la mantequilla y mezclar 10 segundos, velocidad 5.
Con el reverso de una cuchara cubrir la base del molde que tenemos preparado y guardamos en nevera.
Continuamos la elaboración poniendo en el vaso bien limpio el chocolate blanco, el queso, azúcar, leche y cuajada, procesamos 7 minutos a 90 Grados, velocidad 5 y volcamos esta mezcla sobre las galletas reservadas en nevera.
LImpiar, cortar y colocar las fresas sobre la masa y reservar de nuevo en frigorífico.
Hidratar las hojas de gelatina con agua fría.
Mientras se hidratan poner en el vaso bien limpio el agua, el azúcar y programar 3 minutos a 100 grados, velocidad 1.
Añadimos el cava y programamos 1 minuto, 100 grados, velocidad 1.
Por último añadimos la gelatina bien escurrida y mezclamos 15 segundos velocidad 2.
Dejamos templar la gelatina en la nevera hasta que se solidifique un poco y tenga la consistencia parecida a una clara de huevo.
Guardamos en nevera hasta el día siguiente que estará completamente cuajada.
Retiramos el aro desmoldanle del molde, retiramos la tira de acetato y colocamos la tarta en el plato de presentación.
Y solo nos falta ponerle las velas y cantar cumpleaños feliz.